miércoles, 3 de junio de 2009

Este si fue un personaje bien conocido en Duvergé


La foto de una pintura de Rufino Pérez Mella, nos recuerda éste famoso personaje de Duvergé, nuestro pueblo, que además de educador, comerciante, síndico municipal, llegó a ocupar otras funciones en la localidad donde nació. Hay una copla que en nuestra comunidad le recuerda y dice:
"Rufino Pérez Mella
es un hombre jorocón,
en el asunto del comercio
no lo tumba ni un ciclón."
Gracias por tu colaboración general Rafael Leonidas Pérez y Pérez

Ah San José


Esta fotografía es una estampa histórica de nuestro San José en agosto de 1986. !Ah aquellos tiempos!. Recuerdo cuando los muchachos de los Berros ibamos a San José a jugar pelota. Ese play lleño de piedra y ver esos muchachos corren descalzos entre esas piedras y espinas, era todo un espectáculo. Claro que yo también forme parte de ese grupo de muchachos que desafia todos esos obstáculos para divertirse un poco.

Recordando a nuestros personajes


A ver si recuerdan este personaje de nuestro querido pueblo. Miren y miren bien. La vieron. Se trata de Hilda Palá caminando por la calle Nuestra Señora del Carmen casi esquina Mella. Por favor envieme fotos de otros personajes para tener presente en el blogs, pues ellos también son parte de nuestras raíces pueblerina.

Panegírico a Luis Neró


Fotografía de 1992, en la puesta en circulación de un libro sobre historia del municipio de Duvergé, de la autoría del Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez, en la Biblioteca “República Dominicana”, D.N. A la derecha del lector, próximo al autor quien tiene kepis en la mano, y detrás del niño en ese entonces, Rafael Leonidas Pérez Ruiz, figura el profesor Luis Moquete Pérez.

ANTE LA MUERTE DE LUIS NERÓ.
(Panegírico)

Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.

El domingo 22 de marzo de 1953, día de las Santas Catalina y Basilia, entre otras personas que por su vida cristiana la Iglesia Católica elevó a los altares; nació en el dominicano y sudfronterizo municipio de Duvergé; del matrimonio de Don Angelmiro Moquete y doña Eneroliza Pérez (Neró), el niño Luis Moquete Pérez, durante la Era de Trujillo y en el curso de la Guerra Fría.

Luis Moquete como también simplemente le llamábamos, descendió directamente del fundador del pueblo de Duvergé (Las Damas entonces, para 1772), ya que el hatero español o criollo don Cristóbal Pérez, el referido fundador, tuvo a su hijo Pedro Pérez, hatero por igual, y éste tuvo entre otros hijos con la neybera María Ramírez, a las mellizas María Dolores y María Magdalena, y de éstas, María Dolores tuvo con el holandés Sonlión Glass, a Balbina, y ésta entre otros hijos tuvo a Pelegrín, y éste a Eneroliza Pérez, y ésta a Luis Moquete.

En el año en que Luis nació, ya los adultos y muchachos dejaron de ver en Duvergé las películas de la guagüita “Bayer”, para verlas en el teatro (hoy cine) “Felícita”, o, si la cartelera la anunciaba, extasiarse en la contemplación de una obra teatral.

En la fecha en que Luis Moquete nació, por un decreto del Ministerio de Información y Turismo se crea en España la Filmoteca Nacional.

En el año en que Luis nació, en el resto del mundo ocurrieron los siguientes hechos entre otros: en Moscú murió Stalin, jefe del partido y del gobierno de la Unión Soviética; se produjo la paz de Panmunjon con la que terminaron tres años de guerra, continuando el paralelo 38, como la frontera más inestable de la Guerra Fría; el conflicto entre el Este y el Oeste al borde de una guerra mundial; se produjeron disturbios en la República Democrática Alemana y surgieron nuevos líderes en el Este y el Oeste; hubo esplendor de tiempos pasados para la ceremonia de coronación de la reina de Inglaterra Isabel II, en la abadía de Westminster; en el Himalaya, la montaña más alta del mundo, el monte Everest, fue coronado por primera vez; pero también en ese año murió el ídolo de multitudes, el cantante y actor mexicano Jorge Negrete, a la edad de 42 años y en la cima del éxito, y tú Luis, moriste también relativamente joven, y encaminándote en la carrera diplomática.

El periódico dominicano El Caribe, el 23 de marzo de 1953, es decir, al día siguiente del nacimiento de Luis Moquete, reseñó en su página 1, que el Jefe del Estado (Héctor Bienvenido Trujillo Molina, rlpp) y Benefactor (Rafael Leonidas Trujillo Molina, rlpp) asisten a la inauguración de la nueva Base de la Aviación Militar.

Al decapitarse la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo Molina, se acercaba a cumplir los ocho años de edad Luis Neró (apodo que a guisa de legado materno deja perpetuado en la memoria de todos los que lo trataron).

Luis Moquete Pérez, profesor, periodista, político y diplomático, tuvo un corazón que supo escribir versos.

Luis publicó sus poemas en los principales diarios del país.

Todo lo bucólico y lo lírico solían surgir juntos a menudo en sus creaciones.

Tuvo Luis Neró el proyecto de la edición de un poemario.

En su “Canto al duvergense de hoy”, hizo poesía en segmento de tradición duvergense:

Color de polvo tienes tu faz
olor a incienso emanas
nostalgia inmensa tu expresión irradias
al cantar tus cuitas llorando en tus calles
en los días santos de tu devoción…

Ayer 11 de noviembre de 2006, falleció en su hogar del municipio Santo Domingo Este, provincia de Santo Domingo, República Dominicana, Luis Moquete Pérez, dejando viuda a la que fuera su esposa doña Raquel Herrera Pérez de Moquete, y también sumidos en el dolor a sus hijos, hermanos, demás familiares, amigos y compueblanos por provenir de ese Duvergé tan querido por él y al que quiso que progresara y desarrollara poniendo él como los que le apoyaron en su bienhechor propósito, el granito de arena en la Asociación de Duvergenses Residentes en el Distrito Nacional, Inc.(ADUREDÍN).

Supo Luis proyectarse tanto en la sociedad de origen, como en los ámbitos sociales fuera de su lar nativo. Es decir, se hizo un hombre público, rompiendo el caparazón de una procedencia humilde.

No hay fuerza más poderosa, que la que sale de un corazón agradecido, y quien les habla agradece a Luis personalmente, ese trato tan afable, esa distinción que siempre me dispensó, lo que hacía que quien esto pronuncia, no lo viera simplemente como un amigo sino más bien como un hermano. Supe tratar a Luis Moquete Pérez de manera similar, porque el Santo Evangelio nos enseña amar al prójimo como a ti mismo.

De la revista Selecciones, de mayo 2006, extraemos el trabajo de Claudia Robles intitulado “Samaritanos Ingeniosos” que dice así:

“Cerca de Antalya, Turquía, los tripulantes de un yate encontraron una gaviota que tenía una pata gangrenada. Inspirados en los piratas con pata de palo de cuentos y novelas, le amputaron el miembro y luego le hicieron uno nuevo adaptando la pierna de una muñequita Barbie y la mano de otra muñeca un poco más grande.
La gaviota, bautizada con el nombre de Martha, se recuperó de maravilla y ahora camina y corre feliz por la cubierta con su flamante pierna “ortopédica”.

Luis, oramos a Dios te devolviera la salud, porque sabíamos que por tus padecimientos en las etapas clínicas en que se encontraban, para la ciencia médica resultaba imposible curarte. ¡Cuánto dolor compungió mi alma cuando te vi en tu lecho de moribundo en tu casa, hace un poco más de una semana, hermano Luis! ¡Y más dolor afligió mi alma cuando veía que no podía ya tratarte por lo avanzado de tu cuadro clínico, hermano Luis!

Hoy domingo (también domingo como cuando naciste) pero día 12 de noviembre de 2006, consagrado por la Iglesia Católica a San Josafat, Obispo y Mártir; bajas a la tumba, en un mundo ya globalizado, hermano Luis.

Supiste como la actriz Angelina Jolie, que: “Si no te atreves a salir del cajón donde te criaste, nunca sabrás lo grande que es el mundo”.

Supiste como el autor anónimo, que: “Los amigos son como los taxis: cuando hay mal tiempo escasean”.

Supiste como el Dalai Lama, que: “Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”.

Y también supiste Luis Neró como José Martí, que: “Un grano de poesía es suficiente para perfumar un siglo”.

Y todo esto y más, lo dejas Luis a tus deudos hoy, a todos los que amaste en sentido general, y al que quiera reflexionar contigo en tu memoria para sacar moralejas que permitan un buen vivir como fue el tuyo hermano Luis.

¡ ¡ ¡Que Dios te acoja en su Santo Seno Luis Moquete Pérez!!!

Cementerio de la Avenida Máximo Gómez,
Santo Domingo, D.N., R.D.,
12 de noviembre, 2006.